El pez Betta o luchador de Siam es una especie de pez de agua dulce de la familia de los laberíntidos, aunque fue clasificado erroneamente entre los Anabantidae por un tiempo.
Es nativo de la cuenca de Mekong en el sureste de Asia.
Puede enfermarse de gripa, que se identifica cuando suelta cierta pelusa en la pecera.
En libertad, los Betta habitan en el agua estancada o con movimiento lento, que incluyen planicies inundadas y arrozales, a temperaturas que están en el rango de 24-30 °C (75-86 °F).
Son omnívoros aunque prefieren alimentarse como carnívoros, especialmente de organismos vivos como zooplancton, artemia, larvas de mosquitos y otros insectos. Alcanzan un tamaño aproximado de 6 cm y tienen un período de vida de aproximadamente 3 años.
Las hembras suelen marcar un par de líneas negras en su cuerpo que significan estrés o que el macho no la convenció o no le agradó; los machos, al momento de ver a la hembra alzan o extienden sus aletas presumiendo y tratando de conquistarla.
En cautiverio se le pueden tener perfectamente en un vaso de agua del grifo reposada de 1 día o con agua mineral.
Debido a los bellos colores y su fina estructura, los peces siameses peleadores son populares en los acuarios. En países asiáticos se han utilizado en deportes similares a las peleas de gallos, donde es necesario tener peces de aletas cortas.
En la actualidad, debido a una crianza selectiva, hay una gran variedad de colores (veteado, camboyano, mariposa, y chocolate) y formas de aleta. La forma de la cola varía desde el tipo vela hasta colas tipo "media luna".
Para mantener un B. splendens individual, es necesario un tanque con un mínimo de 10 litros, con filtro y calentador (si la temperatura desciende de 26 °C.) Hay que mantener una temperatura de 25-28°C, temperaturas más bajas hacen descender el metabolismo del betta, lo que disminuye su esperanza de vida, aunque es más susceptible de contraer enfermedades.
La base del tanque deberá tener una capa fina (con espesor de 5 mm) de grava donde crían bacterias nitrificantes.
Elementos decorativos como piedras o plantas sirven a los animales como escondites y son especialmente importantes cuando conviven dos machos en un tanque dividido, o cuando el pez esté en un tanque comunitario. Estos elementos deben estar libres de áreas rugosas o puntas afiladas que puedan dañar las delicadas escamas del betta. Las plantas mejoran la calidad del agua y favorecen un comportamiento más natural de los peces.
El agua debe cambiarse cada 1 a 2 semanas en un 20% (los cambios de agua frecuentes y totales estresan al pez).
El Betta puede conseguir oxígeno respirando fuera del agua a través de un órgano llamado "laberinto", esta característica les define como pertenecientes a la familia de los laberíntidos, por esta razón no es necesario mantener en movimiento la superficie del agua, de hecho fuertes corrientes en el acuario lo estresarían. Por otro lado un leve movimiento de agua en el agua es beneficioso para no crear zonas de agua estancada, y para fortalecer las aletas del pez. Puede aguantar malas condiciones de agua, pero esto acorta sensiblemente su esperanza de vida (un año más o menos).
Los compuestos nitrogenados en el agua son nocivos para este pez, por lo que un agua en buenas condiciones se traducirá en un aspecto más espectacular; agradecerá igualmente un agua con taninos que se puede conseguir con un leve filtrado con turba, o añadiendo algunos elementos vegetales.
Debido a la naturaleza agresiva de estas especies, los otros peces que compartan el tanque con los betta deben ser elegidos cuidadosamente, y no se deberá albergar a dos machos B. splendens en el mismo tanque, a menos que estén separados por una pared divisoria. Las hembras pueden o no coexistir pacíficamente en un mismo tanque dependiendo de su temperamento. Antes de albergar a un pez siamés peleador con otras especies, se debe investigar su compatibilidad, y el dueño deberá tener un plan alternativo donde albergar sus mascotas si la comunidad del tanque no funciona. Las aletas del betta suelen ser blanco de peces muy voraces y activos como los barbos tigre, y hay que evitar estas combinaciones. Realmente el mejor acuario para un betta es uno específico, de pequeño tamaño (20 o 40 litros) donde se sienta a gusto para mostrar todo su esplendor.
La reproducción en cautiverio es compleja.
Inicialmente deben separarse macho y hembra de tal forma que los peces no tengan contacto físico pero puedan verse, bien en distintos acuarios o bien en un mismo acuario separado por un cristal.
Se alimentan ambos reproductores con comida de calidad, alta en proteínas (como ser Tubifex, Artemia salina, etc.)
El macho empezará a construir un nido de burbujas en la parte superior de su acuario, cuando el nido esté listo, se juntan los dos peces en el mismo acuario. Si el macho no ataca a la hembra (en cuyo caso deben separarse y probar con otra hembra), abrazará a la hembra con sus aletas y su cuerpo formando una especie de bola.
Una vez unidos la hembra desovará mientras cae al fondo del acuario y el macho fertiliza los huevos.
Cuando la puesta termine, se retirará rápidamente a la hembra del acuario para evitar que se coma los huevos y las crías o que el macho la ataque.
El macho se encargará de cuidar a las crías.
Separe al macho cuando las crías naden de manera adecuada.
Información Adicional: El acuario para la reproducción de los Bettas puede tener cerca de 30 litros, sin piedras o decoración, con apenas una planta como la Ninfeácea. El agua debe mantenerse a 15 cm de altura y la temperatura debe estar constante, alrededor de 26º a 28 °C. Es importante que el acuario esté cubierto con una tapa de vidrio. A los 3 días, los alevines comienzan a valerse por sí solos, de forma que sacaremos al padre del acuario para que no se convierta en una amenaza para éstos y se los coma debido al estrés. Hay que alimentar a los alevines con infusorios o artemia recién eclosionada, teniendo especial cuidado a las tres semanas de vida, cuando tomarán aire de la superficie por primera vez para desarrollar el laberinto. Si la temperatura del aire que existe entre el agua y la tapa del acuario es distinta que la del agua, es posible que mueran, por eso es importantísimo mantener esa temperatura como sea y abrir la tapa lo menos posible. Una vez pasada esta fase crítica, no habrá problemas, sólo a los tres meses aproximadamente, cuando empezamos a distinguir machos y hembras; debemos separar a los machos para que no se peleen. Las hembras adultas del Betta, con cerca de 5 cm, estarán aptas para apareamiento, cuando presentaren un vientre bien voluminoso, un punto blanco saliente en la región anal (ovopositor) y rayas verticales contrastantes con la coloración de su cuerpo. Mantenga, entonces, la hembra dentro de un vidrio (como los del tipo para conservas) flotando en el acuario, donde el macho estará libre, como para estimularlo a hacer un nido de burbujas. Liberte, entonces, la hembra para que se apareen. La puesta ocurre cuando el macho envuelve el cuerpo de la hembra en un fuerte abrazo, para que ella libere los huevos, que son inmediatamente fertilizados por él. Antes que lleguen al fondo, el macho colecta los huevos con su boca y los pone en el nido de burbujas. Tras la puesta total, cuando el macho comienza a agredir la hembra, esta debe ser retirada y, así, el macho se encarga de cuidar el mismo del nido. La eclosión debe ocurrir cerca de 24 a 48 horas, tras la puesta. Después del cuarto día, cuando los alevines empezaren a nadar solos, se debe retirar el macho y se comienza a oxigenar el agua mediante una piedra porosa, ya que ellos aún no poseen el laberinto formado. Los infusorios para la alimentación inicial de los Bettas pueden conseguirse fácilmente en culturas con agua descansada, donde se añadió hojas de lechuga maceradas o algunas gotas de leche, o aún, cáscara seca de plátano. Es importante que se tenga varias culturas iniciadas en días distintos. Evite el exceso de sol para no formar muchas algas. Deben añadirse algunas cucharas de esta agua en el acuario de los alevines todos los días, entre el segundo y el décimo día después de la eclosión. Tras el séptimo día, inicie la alimentación con Artemia recién surgida (nauplios), aunque a partir del mes de vida puede comenzar la alimentación igual que la del adulto es mejor alimentarlos con larvas de mosquito culex u otro alimento vivo como la daphnia, ya que así crecerán más rápidamente.
Pueden hibridarse las diferentes variedades de B. splendens entre sí o con otras especies del género Betta.Las especies más emparentadas con B. splendens son Betta imbellis, Betta mahachai y Betta smaragdina; a tenor de los cruces que se han obtenido hasta la fecha, cruces que perduran y no han mostrado ningún signo de deterioro genético achacables a hibridación propiamente dicha, para algunos son la misma especie. De estos cruces han surgido nuevos factores,como la máscara, factor metálico, factor dragón, etc.
Los ejemplares metálicos proceden del cruce de Betta splendens x Betta imbellis
Los "dragón" tienen su origen en los Betta mahachai.
Del cruce con B. imbellis, combinado con un factor propio del Betta splendens (la mutación "steel blue") proceden los "cobre" y en su versión camboyana (otra mutación del B.splendens) los "Gold".
La máscara incompleta de B. imbellis es total en los cruces con "dragón" y mediante la mutación (iridiocito extendido) de Betta splendens.
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